8. La frase de Matusalén.

¡Plash!. Todos se asustan y salen corriendo a la sala a ver qué pasó. Encuentran que la abuela de 70 años resbaló, y al caer se fracturó un tobillo. Algunas de las nietas, entran en ataques de histeria, y comienzan a gritar y a llorar. Pero, uno de los nietos, de 30 años, sereno y jocoso, la calma y la anima, al decirle: abuela, no conociste a Matusalén, pero si una frase tan antigua como el mismo Matusalen, y en este momento tienes que apoyarte en aquello de que "TODO VA A ESTAR BIEN. NO DESMAYES, MANTEN LA CALMA Y RELAJATE".

Mi aplauso total y sin reservas a ese nieto. Y creo que no existe respuesta de bolsillo más oportuna. Ciertamente, no sabemos si Matusalén usó esa frase, pero no puede negarse que es una frase muy inspiradora, muy guerrera. Siguiendo con lo que yo llamo relax argumentativo, acuño como "frase de Matusalén", a la frase acá expuesta, y hago uso de tan valioso recurso visual, para favorecer el efecto nemotécnico que conduzca a recodar los tips de este post.
Es que ante una situación difícil de accidente, divorcio, enfermedad, o cualquiera otra situación difícil que escape citarse acá, tendemos a actuar como HUMANOS, es decir, lo que esperamos es ánimo, lo que hace que al decir "Todo va a estar bien", se sienta una fuerza interna que relaja y da esperanza a la víctima.
NO recrimines al que está mal anímicamente, porque eso sólo lo desanimará más.
NO trates de engañar al desesperado con un falso valor, lo que puede llevar a la persona al límite de sus fuerzas, y colapsar.
NO engañes, a no ser que sea para decir "Todo va a estar bien", porque todos queremos escuchar eso, y nos aferramos a creer que será así, muy por encima de la gravedad de la adversidad.
NO sientas lástima por quien está en su nivel más ínfimo de ánimo, porque nadie quiere compasión.
Ni recriminaciones, ni falso valor, ni compasión, nada de eso estimula al decaído, quien sólo quiere mantener esperanzas.
Nunca olvidaré un curso sobre Seguridad Industrial, donde luego de 4 horas de técnicas y todo tipo de teorías, el facilitador al pedir opiniones y preguntas, recibe de uno los participantes la siguiente intervención: Profesor, todo esa teoría está muy bien, muy profesional, pero adolece del elemento humano, es decir, en ninguna parte de la capacitación ud. presentó nada que ayudará en el estado anímico de las víctimas, quienes con un simple: "Todo va a estar bien", se reconfortarían enormemente.
No faltará quien piense que no se está diciendo nada nuevo, ni importante, lo cual no discuto, pero si quiero que veas y valores atentamente esta reflexión anecdótica donde se adoleció del mecanismo de esperanzar a la víctima, con resultados desfavorables: la mujer que se desencantó porque no recibió el apoyo oportuno de su pareja, donde si por lo menos hubiera recibido la frase de Matusalén, hubiera sido todo más diferente.
Si aún no ves la moraleja, la enfatizo: hay veces la persona "ESPERA", más que dinero, una actitud, una palabra, que le dé aliento, y este comportamiento no es sólo de los latinos; también lo experimentaron los soldados heridos en guerras pretéritas donde el médico recurrió a la frase de Matusalen, y sirvió para que el herido se llenara de nuevas fuerzas; también lo experimentaron grandes escritores y genios del arte que en sus momentos de debacle, no faltó algún cercano amigo, que lo reconfortó con la frase de Matusalén.
Este post tiene una temátca muy parecida al post no.4, pero reconozco que tengo un gran problema; y es que de los temas de psicología, siento una gran inclinación por todo lo que trate acerca de la esperanza, porque es vital que nunca la perdamos. Y, la conclusión final me parece que es obvia para tí: si tienes que comprometer tu punto de vista, en un auditorio, o ante una persona colapsada, no dudes en aplicar la frase de Matusalen, o cualquier frase cuyo verbo inspire esperanza y aliento.