4. Silencio

Tan importante como saber dar la respuesta adecuada, en el sitio y momento adecuados, también lo es, saber asumir la actitud del prudente silencio, porque hay momentos y sitios donde el silencio es la mejor respuesta, incluso la única respuesta. Parte de los valores que se han perdido, es precisamente el de guardar silencio. Descubre algunos tips al respecto, en las reflexiones que se exponen a continuación.

El mejor ejemplo de lo arriba citado lo ilustra el camorrero (busca pleitos) presidente venezolano, el sr Hugo Chavez. ¡Cuántos insultos dijo en contra de George W. Bush y su equipo de Gobierno!, procurando cualquier reacción del mandatario norteamericano para descalificarlo como "agresor del pueblo venezolano". Cierto que el presidente Bush no gozaba de la mejor credibilidad, pero eso no justifica el tomarlo como centro de sus declaraciones llenas de odio antiyanqui. Lo mismo ocurrió al presidente colombiano Alvaro Uribe, también victima de los insultos del gobernante venezolano, y la respuesta del mandatario colombiano fue prohibir a su equipo de gobierno el emitir ninguna declaración que pudiera ser interpretada como agresora al pueblo venezolano. En pocas palabras, se dió por ignorar a quien carece de envergadura intelectual.
En estos tiempos, donde se ha venido dando un relajo de la diplomacia internacional, seria muy beneficioso que muchos gobernantes imitaran al Dr. Alvaro Uribe, quien siempre tuvo en cuenta, y así lo expresó públicamente, que como primera figura nacional, todo su proceder va a decir mucho o poco del pueblo colombiano.
El silencio como "enésima respuesta silente", también se aplica en la cotidianidad. Y al igual que en las altas esferas de la política, será su empleo el prudente proceder de no caer en el terreno de minusvalía intelectual del otro, o de evitar pisar la conchita de las provocaciones mal intencionadas.
Cuando estas en una tertulia, donde no puedes evitar comentarios descalificadores de tus compañeros, porque es el propio jefe quien los emite (lo cual es una falla gerencial muy frecuente), tu mejor carta para mantenerte en el juego, porque no puedes confrontar a tu jefe, es el silencio. Tu silencio muestra desaprobación diplomática y respetuosa a una situación que no compartes.
Cuando tu familiar o amigo, que pasa por un momento de enojo y te dice algo injusto, tu mejor actitud debe ser el silencio, ya que cualquier cosa que le presentes no lo razonará con el equilibrio debido. Parece algo lógico, pero sucede que en la realidad, veo amigos y familiares que no saben poner freno a sus pasiones verbales y se dicen cosas impropias que arruinan la armonia y sana amistad; sumando a esto el hecho de que en muchas peliculas y novelas latinas se enseña el antivalor de la confrontación personal, donde compiten por la respuesta más ofensiva. A esta forma de proceder, la confronto en este blog por considerarla insana, ya que por encima de cualquier cosa, debe prevalecer el buen juicio y la prudencia que preserven la armonia interpersonal.
Es oportuno anexar la respuesta de bolsillo siguiente, en una situación donde te veas extremadamente obligado a responder, que dice: "NO SE QUE DECIR A LO QUE ME PLANTEAS". Tan sencillo como eso. De tal forma, que estas invitando al otro a posponer para otro momento la discusión. Hay quienes responden: NO ESTAN LOS ANIMOS COMO PARA DARTE UNA RESPUESTA, pero he visto fracasar repetidas veces esa salida verbal.
El silencio no refleja debilidad. Ni tampoco desconocimiento. Es una actitud prudente que se toma cuando las condiciones normales de comunicación entre dos personas, no están en su momento más óptimo. Se asume porque no se quiere afectar la sana interrelación que debe existir entre personas que se estiman.
En Venezuela existe actualmente la llamada Polarización, que lleva al cerrado enfrentamiento ideológico de ideas, con la negativa consecuencia de amigos y familiares distanciados. Esa situación de polarización a la que no estábamos acostumbrados,ni preparados socialmente, me inspira a escribir este post. Porque definitivamente el efecto de la pseudocultura novelesca de decir lo que nos viene en ganas, deja en evidencia en ambientes polarizados, que es muy sano y conveniente guardar silencio, y no precisamente por ignorancia, sino porque la polarización impide llegar a puntos comunes: entiende que dos polos opuestos se excluyen, y esa es la polarización. Es más, por esas discusiones polarizadas por la politica, se ha proferido más de un estúpido, con la negativa consecuencia de golpes y ofensas.
Lo peor es que los mismos funcionarios del gobierno fomentan esa cultura polarizada, y sus declaraciones públicas causan asombro, porque lejos de invitar a la unidad nacional, incitan a la confrontación social entre lo que ellos califican como burgueses y los pobres, olvidando que todos somos por igual: ¡venezolanos!, con la única misión de generar empleo y prosperidad social. Y este blog procura poner la reflexión de que la concordia de las ideas es la única forma de llegar a acuerdos. Que mecanismos como insultos y descalificaciones, no te hacen más valiente ni más sabio, sino más intolerante. Dejemos esos mecanismos enterrados en el pasado de la guerra fria, donde eran muy frecuentes esos recursos expresivos entre norteamericanos y soviéticos.
Algo más importante aún, es que el pueblo venezolano nunca habia tenido esos modelos de conducta. Siempre nos ha caracterizado la hospitalidad y la hilaridad, y la necia confrontación descalificante es ajena a nuestros antepasados.
Para finalizar, no siempre la mejor respuesta es la verbal. Este post te ha invitado a considerar el mecanismo del silencio, cuando las condiciones de la discusión pueden derivar en pleitos u ofensas: la decisión depende de ti. Y, aquellos paises que nunca han vivido la experiencia de la polarización, pues vean las consecuencias en la sociedad venezolana de hoy, dividida y con odios a yanquis y judios, que nos eran ajenos y nos los quieren implantar por una ideologia decadente: el que tenga oidos, que oiga.