50. La efectiva estrategia de la lucha del bien y el mal

La politica internacional nos da sabias lecciones de estrategias de respuestas de bolsillo, las cuales, cual jugada de ajedrez, hacen un efecto de apoyo o rechazo de magnitudes impredecibles. En este post voy a comentar una que está dejando excelentes dividendos politicos a estrategas tanto a nivel internacional, como a nivel de política nacional.
Ciertamente soy un admirador de las estrategias aplicadas en un juego de ajedrez, y no menos admirador lo soy de los estrategas políticos.
Hay una política que me causa igual admiración, porque en términos ajedrecísticos, propina un jaque mate internacional al enemigo contra el que se aplica tal estrategia.
¿Tiene tanto poder así esa estrategia?. ¿Cómo se llama?. ¿Cómo se aplica?.Para despejar inquietudes iré al grano para dar nombre a esa estrategia, que como no soy graduado en estrategia internacional, desconozco si ya tiene asignada una denominación, por tanto, cederé a la tentación de llamarla "estrategia de la lucha del bien y el mal", que ha dado jaque mate a más de uno.
El primero en conocer el efecto jaque mate de esa estrategia fue Sadam Hussein, porque fue tildado por EEUU como uno de los tres ejes del mal (Irán-Corea del Norte-Irak). La consecuencia: lograr el jaque mate del apoyo internacional para poder liderar una invasión a ese país, justificada en una primera ocasión por la invasión iraquí a Kuwait, y en una segunda oportunidad por el argumento de supuestas armas químicas.La estrategia de la lucha del bien y el mal, como recurso diplomático de cohesión de voluntades, es en el fondo un fuerte motor propagandístico, y Sadam Hussein me permitirá explicarlo.
Sucede que cierta vez en cierta charla, el expositor preguntaba: ¿Cómo sería la imagen de Sadam Hussein si hubiera sido presentado como un líder bueno que defiende a los musulmanes?. Y la intención era justificar que la maldad que se le atribuía a SAdam era producto del jaque en que lo colocó la propaganda de los EEUU, así que había que diferenciar entre el Sadam Histórico real y el Sadam creado por la maquinaria publicitaria yanqui.
Por eso me gusta la metáfora de la estrategia eficiente con el juego de ajedrez: porque cuando la estrategia es eficiente, en su concepto y en su aplicación, sencillamente le va a propinar un inevitable jaque mate al enemigo.
La contracara a esa estrategia, es la que intenta justificar el ataque diplomático a EEUU con una supuesta ambición por las riquezas petroleras árabes (no profundizo ese delicado tema, porque escapa a los objetivos de este blog), recurriendo a una no menos intensa propaganda publicitaria ideológica por radio, Tv y prensa, y por supuesto, esta estrategia también consigue adeptos para enrolarse en las filas anti yanquis. Y nuevamente el escenario internacional nos dá lecciones de estrategias para atacar y contra atacar a enemigos.
Y si dudan de la eficacia de semejante instrumento publicitario, sólo lean la manera cómo se defienden algunos mandatarios gobernantes de Latinoamérica, que han usado muy bien esa estrategia, identificando a la maldad en los EEUU en un primer nivel y en el otro nivel se presenta al bien en el liderazgo y políticas anti-yanquis que pregonan algunos gobernantes actuales de Latinoamérica. ES decir: le aplican a los EEUU su propia medicina, donde se le pretende colocar como la causa de todos los males de Latinoamérica, para colocar en el bando de "los buenos" a los políticos de ideología de izquierda que adversan a los EEUU.Es que el mal es representado en la figura de ex-gobernantes corruptos o de políticas económicas del FMI que perjudicaron de alguna manera a las mayorías sociales. Y nuevamente se confía esa misión propagandística a los efectivos MEDIOS DE COMUNICACION SOCIAL, los cuales representan sin ninguna duda ni discusión, un inobjetable instrumento de manipulación y dominio ideológico.
Incluso a un nivel más cotidiano, vemos la eficacia de esa estrategia. ¿Se acuerdan del dicho "la ovejita negra" de la familia?, pues, es la aplicación de la estrategia acá comentada, tratando de desvirtuar a una persona encarnando en ella los defectos de una mala persona, o sea, es la supuesta encarnación del mal. O sea, la estrategia aplica a "ovejas negras" de la Alta Política y a ovejas negras de la cotidianidad, y aquí refuerzo el por qué me causa admiración y respeto esta estrategia, creando temores, ansiedades y repulsión hacia un personaje al atribuírle características negativas que lo hacen ver como "la encarnación del mal" para hacer ver a otro como "la encarnación del bien".