El análisis del tipo de respuesta a dar a tu interlocutor, y lo referido tanto a conveniencia como efectividad, va a depender del tipo de circunstancias. Porque estemos claros que si la respuesta va destinada a un opositor político o ideológico, tal respuesta va a requerir, algo más que un verbo ilustrado, y me refiero en concreto al estudio y manejo de la estrategia adecuada. Uno de esos elementos de estrategia verbal política es el manejo de las debilidades de tu oponente, y acá anexo algunas observaciones al respecto.
Cuando hablo de debilidades no me refiero a debilidades físicas, como invalidez o discapacidad, y lo digo porque la historia nos lega ejemplos de políticos que a pesar de problema físicos, eso no los limitaba intelectualmente; tal es el caso de Franklin Delano Rooselvet, Ex-presidente de los EEUU, afectado por la polio, pero quien no permitió que lo limitara políticamente. De hecho obtuvo 4 triunfos electorales (1932,1936,1940 y 1944) para lograr la presidencia del país más poderoso del mundo, siendo el único en lograr la hazaña de ganar 3 reelecciones consecutivas y por tanto haber gobernado por 12 años, que habrían sido 16, si no fuese por su repentina muerte, en 1945, durante el primer año de su último mandato, falleciendo sobre su escritorio, mientras trabajaba.
Hay otro tipo de limitaciones de tu adversario que es necesario conocer. Y son las referidas a sus debilidades de personalidad, que serían cosas como: altivez, extravagancias, irritabilidad, vulgaridad, ignorancia, que limitan el actuar normal e inteligente de una persona, y que al ser explotadas públicamente con efectividad, le causarán un daño de impredecibles magnitudes a tu oponente. Pregunto: ¿cuál hubiera sido el curso de la 2da guerra mundial si Hitler hubiera cedido a su conocidísima arrogancia y hubiera escuchado los consejos de sus generales en la fatal derrota alemana en Stalingrado, que marcó el comienzo del fin del 3er. Reich?. A eso me refiero cuando planteo que actitudes psicológicas enfermizas limitan a muchos personajes de la política, y llegar a ese conocimiento, te puede resultar muy útil al momento de enfrentarlos.
A veces la mejor respuesta no es
la más técnica sino la que va mejor con las debilidades de tu oponente. Y eso lo sabía muy bien el hábil político inglés Winston Churchill cuando se refería públicamente al dictador alemán Adolfo Hitler, provocando en el teutón enardecidos disgustos provenientes de su enfermizo ego que con facilidad se dejaba herir de los ataques verbales de Churchill, y que incidían en el equilibrio para tomar importantes decisiones de guerra. ¿Se entiende ahora lo de recurrir a las debilidades de tu oponente político?. Aplicando lo ya dicho: ¿te imaginas lo que puedes capitalizar cuando sabes de antemano que tu oponente es fácilmente irritativo y explota con facilidad?, llevándolo a decir cosas inoportunas y además con los gestos descontrolados que suelen acompañar a quien es impulsivo o irritativo.
En Venezuela es conocida la debilidad del dictador Juan Vicente Gómez cuando lo adulaban con falsas semejanzas con la persona de Simón Bolívar, lo cual redundaba en complacencia de favores a los más osados aduladores que le conocían esa debilidad.
De manera que enfrentar a tu oponente requiere de "algo más que verbo político". Va a requerir conocer los detalles de su personalidad. Gustos, irritabilidad, temores, amistades, favoritismos, secretos íntimos, infidelidades, etc, todo es útil insumo para enfrentarlo con efectividad. Porque tu respuesta y acciones, además de verbo, también debe cuidar la estrategia de enfrentarlo con el manejo de la psiquis de tu oponente.
Ejemplos breves y sencillos (y de escenarios diferentes) de enèsimas respuestas sobre la aplicación de las debilidades serían los siguientes:
1. Un político a otro: "Ya todos sabemos de las debilidades del candidato opositor por las bebidas alcohólicas", y, con esa respuesta malintencionada, fundamentada en las debilidades etílicas, le hacen daño a la imagen de ese candidato.
2. Una madre a su hija: "Ese chico no te conviene, porque tiene fama de enamorador de mujeres", y, en esa respuesta la madre apoya el malestar que le causa a su hija su pretendiente, fundamentada en su debilidad por conquistar mujeres.
La efectividad en la guerra, militar o política, depende de una adecuada estrategia, y de hábiles individuos que sepan aplicarla. La estrategia se estudia, se aprende, se aplica y se mejora. La estrategia varía según tu oponente, pero, hay tips universales de estrategia. El enfrentar a tu oponente explotando sus propias debilidades, es un ejemplo de estrategia clásica, que se aprende y se mejora, y que sólo resulta en manos y labios de políticos hábiles.
La principal habilidad para aplicar la estrategia de las debilidades de tu oponente, es la habilidad requerida para obtener tan valiosa información. Y, los ardides para concretar el armado del "cuerpo de debilidades de tu oponente" va a requerir de mecanismos insospechados, los cuales comento de seguido.
A veces se va requerir la figura del INFILTRADO, y me refiero a la astuta estrategia de infiltrar un espía entre sus colaboradores más cercanos, que además de informarnos de sus planes, también se dedique a estudiar la personalidad de tu oponente (y sus secretos íntimos) haciendo el papel del soplón de las debilidades de tu adversario.
Ese infiltrado también puede resultar
de sobornos a los personajes del círculo íntimo de tu oponente. O incluso de chantajes a dicho círculo cuando tales individuos tienen "cables sueltos" en sus vidas privadas.
En la época de la guerra fría era común el empleo del "sexo a personalidades militares y políticas" para obtener información, y vaya que rindió frutos provechosos.
No estoy diciendo nada nuevo; ni estoy descubriendo fórmulas mágicas de política. Porque espionaje, sobornos, chantajes y hasta crímenes son empleados desde siempre para enfrentar oponentes políticos.
La idea del post es resaltar que este blog se dedica al estudio del verbo adecuado para efectivas estrategias de respuestas, pero, acá planteo que no se debe obviar lo relativo a las debilidades de psiquis de tu oponente.
La prensa es un importante insumo si cuentas con un experto en imagen o un hábil psicólogo, que analice todas las declaraciones e imágenes públicas de tu oponente. En mi blog "Humanos al descubierto" archivo numerosos videos que analizan la psiquis del individuo, lo cual te sería de gran utilidad si quieres tener elementos inductivos precisos en el análisis político.
Incluso, si cuentas con un grafólogo expero, puedes analizar aspectos de la personalidad de tu oponente a través de sus manuscritos, y, esto va a ser resuelto por el trabajo de tu infiltrado, quien secretamente te puede suministrar documentos con su escritura y firma.
Hay periodistas que son muy efectivos averiguando intimidades de los políticos, al abordar a amigos y familiares. De manera que conversar con esos profesionales, o, requerir de sus servicios, también es otro mecanismo útil de información.
Toda la información que obtengas, por cualquier medio, acerca de la psiquis de tu oponente, te será muy valiosa para enfrentarlo con efectividad, procurando incluso hacerlo pecar en función de sus debilidades (arrogancias, prepotencias, etc). Es como hacer que tu oponente diga lo que te conviene, porque previamente a un trabajo de espionaje, lo has llevado con habilidad a un terreno donde dirá cosas comprometedoras, o sea aquello del "no quise decir eso", pero ya está dicho o hecho, gracias a tu habilidad para que eso ocurra.
De manera que la enésima respuesta más sagaz es la que arrastra a tu oponente a un terreno comprometedor, pero insisto, esa respuesta por muy inteligente que seas, va a requerir de un previo y profundo estudio de tu adversario.
En la siguiente imagen central expongo un ejemplo clarísimo del "no quise decir eso", basándome en un artículo de prensa sobre los frecuentes desencuentros Chavez-Uribe:
Pregunto: ¿son esas las expresiones y composturas que se espera del presidente de un país?. Pero resulta que el Chavez resbaló, en virtud de sus miserias humanas conocidas dentro y fuera de Venezuela, ante las "conchitas de mango" del ex-presidente Uribe, quien ya debía conocer de la altivez y verbo vulgar del presidente venezolano, y lo conduce hábilmente a ese terreno, que queda registrado en esa noticia de prensa. Esa ilustración me pareció muy útil, porque expone el cómo sacar de su equilibrio a un político, y llevarlo al "no quise decir eso", pero, ¡ya lo dijo!, y queda al descubierto su verdadera personalidad, porque en una verdadera personalidad equilibrada, que es lo mínimo que se espera de un estadista, no caben expresiones como la registrada en ese artículo de prensa, y, que se hacen más graves, cuando van teledirigidas con la intención de descalificar a tu oponente, pasando por alto, que con ese "verbo miserable" se descalifica el propio emisor de tan pobre verbo.
Por cierto, en este blog he referido en otros artículos el pobre verbo que están poniendo de moda algunos mandatarios latinoamericanos, y, esa noticia, es un claro exponente de la realidad que he denunciado y criticado en post anteriores, porque esa forma de hablar no es la correcta de un personaje público, ni es sano ejercicio de política el descalificar públicamente con verbo vulgar a tu oponente. Te imaginas el impacto que te causaría que oyeras que tu hijo llame "Desgraciado" a los demás, y sucede que no lo puedes corregir, porque tu hijo te rebate con el argumento que ese es el verbo presidencial, ¡que tal!. ¿Será que se entiende lo indeseable que representan para una sociedad culta el tener presidentes o figuras públicas con tan mediocre vocabulario?.
Comprobado que la estrategia es "algo más que verbo político", quiero entonces concluir agregando algunos tips finales:
1. Todo ser humano tiene alguna debilidad. De allí la importancia de este post, el cual tiene vigencia y aplicabilidad a cualquier persona que se nos presente como eventual contrincante. No olvides que no ha nacido aún el humano que no tenga alguna debilidad.
2. La debilidad de tu oponente, además de representar tu mejor arma para enfrentarlo, representa por tanto tu mejor fortaleza ante él. No es difícil entender que entonces tu oponente tenga especial cuidado en protegerse de verse vulnerable exponiendo o dejando conocer sus debilidades.
3. Tu mejor y más importante destreza cuando enfrentas a un oponente, es definir tu estrategia con el adecuado conocimiento de sus potenciales debilidades. Debes estudiar y desarrollar métodos para llegar al conocimiento de laa debilidades de las personas con quienes te ves obligado a reñir por una posición laboral, política, profesional, sentimental, etcétera; y, no es imposible acceder a esa información, sólo hace falta método, mañas y los contactos adecuados.
4. Evita el uso abusivo del conocimiento de las debilidades de tu oponente, en el sentido de evitar convertirte en un inhumano enemigo, que sin nobleza, "aplasta" a sus enemigos. Conocer las debilidades del oponente, es para enfrentarlo no para aplastarlo; recuerda que no se puede ir por la vida con la idea de creerse "súper-hombre". Además. a los humanos se les enfrenta, sólo a las cucarachas se les aplasta, y tu contrincante es un ser humano y no una cucaracha.
5. Una fuente importante de información es la relativa al perfil psicológico de tu oponente: irritabilidad, arrogancia, gustos, amistades, secretos, etcétera; y, una herramienta importante es la simulación, la mentira, es decir, aplicar tretas que hagan creer cosas equivocadas a tu oponente, que no lo pongan alerta de los objetivos que queremos averiguar de su vida, o que desvien su atención a cosas que lo mantengan ocupado y preocupado en lo que piensa que queremos, para ocuparnos nosotros de nuestros verdaderos objetivos.
6. Un error gravísimo es subestimar a tu oponente: así como tú indagas cuáles son sus debilidades, no dudes que "tú también eres objeto de estudio de debilidades por parte de tu contrincante", incluso, te podrían hacer creer que te las sabes todas y que tienes el (aparente) control, para distraerte de las necesarias medidas de camuflaje personal que oculten tus debilidades.
Cuando hablo de debilidades no me refiero a debilidades físicas, como invalidez o discapacidad, y lo digo porque la historia nos lega ejemplos de políticos que a pesar de problema físicos, eso no los limitaba intelectualmente; tal es el caso de Franklin Delano Rooselvet, Ex-presidente de los EEUU, afectado por la polio, pero quien no permitió que lo limitara políticamente. De hecho obtuvo 4 triunfos electorales (1932,1936,1940 y 1944) para lograr la presidencia del país más poderoso del mundo, siendo el único en lograr la hazaña de ganar 3 reelecciones consecutivas y por tanto haber gobernado por 12 años, que habrían sido 16, si no fuese por su repentina muerte, en 1945, durante el primer año de su último mandato, falleciendo sobre su escritorio, mientras trabajaba.
Hay otro tipo de limitaciones de tu adversario que es necesario conocer. Y son las referidas a sus debilidades de personalidad, que serían cosas como: altivez, extravagancias, irritabilidad, vulgaridad, ignorancia, que limitan el actuar normal e inteligente de una persona, y que al ser explotadas públicamente con efectividad, le causarán un daño de impredecibles magnitudes a tu oponente. Pregunto: ¿cuál hubiera sido el curso de la 2da guerra mundial si Hitler hubiera cedido a su conocidísima arrogancia y hubiera escuchado los consejos de sus generales en la fatal derrota alemana en Stalingrado, que marcó el comienzo del fin del 3er. Reich?. A eso me refiero cuando planteo que actitudes psicológicas enfermizas limitan a muchos personajes de la política, y llegar a ese conocimiento, te puede resultar muy útil al momento de enfrentarlos.
A veces la mejor respuesta no es
la más técnica sino la que va mejor con las debilidades de tu oponente. Y eso lo sabía muy bien el hábil político inglés Winston Churchill cuando se refería públicamente al dictador alemán Adolfo Hitler, provocando en el teutón enardecidos disgustos provenientes de su enfermizo ego que con facilidad se dejaba herir de los ataques verbales de Churchill, y que incidían en el equilibrio para tomar importantes decisiones de guerra. ¿Se entiende ahora lo de recurrir a las debilidades de tu oponente político?. Aplicando lo ya dicho: ¿te imaginas lo que puedes capitalizar cuando sabes de antemano que tu oponente es fácilmente irritativo y explota con facilidad?, llevándolo a decir cosas inoportunas y además con los gestos descontrolados que suelen acompañar a quien es impulsivo o irritativo.En Venezuela es conocida la debilidad del dictador Juan Vicente Gómez cuando lo adulaban con falsas semejanzas con la persona de Simón Bolívar, lo cual redundaba en complacencia de favores a los más osados aduladores que le conocían esa debilidad.
De manera que enfrentar a tu oponente requiere de "algo más que verbo político". Va a requerir conocer los detalles de su personalidad. Gustos, irritabilidad, temores, amistades, favoritismos, secretos íntimos, infidelidades, etc, todo es útil insumo para enfrentarlo con efectividad. Porque tu respuesta y acciones, además de verbo, también debe cuidar la estrategia de enfrentarlo con el manejo de la psiquis de tu oponente.
Ejemplos breves y sencillos (y de escenarios diferentes) de enèsimas respuestas sobre la aplicación de las debilidades serían los siguientes:
1. Un político a otro: "Ya todos sabemos de las debilidades del candidato opositor por las bebidas alcohólicas", y, con esa respuesta malintencionada, fundamentada en las debilidades etílicas, le hacen daño a la imagen de ese candidato.
2. Una madre a su hija: "Ese chico no te conviene, porque tiene fama de enamorador de mujeres", y, en esa respuesta la madre apoya el malestar que le causa a su hija su pretendiente, fundamentada en su debilidad por conquistar mujeres.
La efectividad en la guerra, militar o política, depende de una adecuada estrategia, y de hábiles individuos que sepan aplicarla. La estrategia se estudia, se aprende, se aplica y se mejora. La estrategia varía según tu oponente, pero, hay tips universales de estrategia. El enfrentar a tu oponente explotando sus propias debilidades, es un ejemplo de estrategia clásica, que se aprende y se mejora, y que sólo resulta en manos y labios de políticos hábiles.La principal habilidad para aplicar la estrategia de las debilidades de tu oponente, es la habilidad requerida para obtener tan valiosa información. Y, los ardides para concretar el armado del "cuerpo de debilidades de tu oponente" va a requerir de mecanismos insospechados, los cuales comento de seguido.
A veces se va requerir la figura del INFILTRADO, y me refiero a la astuta estrategia de infiltrar un espía entre sus colaboradores más cercanos, que además de informarnos de sus planes, también se dedique a estudiar la personalidad de tu oponente (y sus secretos íntimos) haciendo el papel del soplón de las debilidades de tu adversario.
Ese infiltrado también puede resultar
de sobornos a los personajes del círculo íntimo de tu oponente. O incluso de chantajes a dicho círculo cuando tales individuos tienen "cables sueltos" en sus vidas privadas.En la época de la guerra fría era común el empleo del "sexo a personalidades militares y políticas" para obtener información, y vaya que rindió frutos provechosos.
No estoy diciendo nada nuevo; ni estoy descubriendo fórmulas mágicas de política. Porque espionaje, sobornos, chantajes y hasta crímenes son empleados desde siempre para enfrentar oponentes políticos.
La idea del post es resaltar que este blog se dedica al estudio del verbo adecuado para efectivas estrategias de respuestas, pero, acá planteo que no se debe obviar lo relativo a las debilidades de psiquis de tu oponente.
La prensa es un importante insumo si cuentas con un experto en imagen o un hábil psicólogo, que analice todas las declaraciones e imágenes públicas de tu oponente. En mi blog "Humanos al descubierto" archivo numerosos videos que analizan la psiquis del individuo, lo cual te sería de gran utilidad si quieres tener elementos inductivos precisos en el análisis político.
Incluso, si cuentas con un grafólogo expero, puedes analizar aspectos de la personalidad de tu oponente a través de sus manuscritos, y, esto va a ser resuelto por el trabajo de tu infiltrado, quien secretamente te puede suministrar documentos con su escritura y firma.
Hay periodistas que son muy efectivos averiguando intimidades de los políticos, al abordar a amigos y familiares. De manera que conversar con esos profesionales, o, requerir de sus servicios, también es otro mecanismo útil de información.
Toda la información que obtengas, por cualquier medio, acerca de la psiquis de tu oponente, te será muy valiosa para enfrentarlo con efectividad, procurando incluso hacerlo pecar en función de sus debilidades (arrogancias, prepotencias, etc). Es como hacer que tu oponente diga lo que te conviene, porque previamente a un trabajo de espionaje, lo has llevado con habilidad a un terreno donde dirá cosas comprometedoras, o sea aquello del "no quise decir eso", pero ya está dicho o hecho, gracias a tu habilidad para que eso ocurra.
De manera que la enésima respuesta más sagaz es la que arrastra a tu oponente a un terreno comprometedor, pero insisto, esa respuesta por muy inteligente que seas, va a requerir de un previo y profundo estudio de tu adversario.
En la siguiente imagen central expongo un ejemplo clarísimo del "no quise decir eso", basándome en un artículo de prensa sobre los frecuentes desencuentros Chavez-Uribe:
Pregunto: ¿son esas las expresiones y composturas que se espera del presidente de un país?. Pero resulta que el Chavez resbaló, en virtud de sus miserias humanas conocidas dentro y fuera de Venezuela, ante las "conchitas de mango" del ex-presidente Uribe, quien ya debía conocer de la altivez y verbo vulgar del presidente venezolano, y lo conduce hábilmente a ese terreno, que queda registrado en esa noticia de prensa. Esa ilustración me pareció muy útil, porque expone el cómo sacar de su equilibrio a un político, y llevarlo al "no quise decir eso", pero, ¡ya lo dijo!, y queda al descubierto su verdadera personalidad, porque en una verdadera personalidad equilibrada, que es lo mínimo que se espera de un estadista, no caben expresiones como la registrada en ese artículo de prensa, y, que se hacen más graves, cuando van teledirigidas con la intención de descalificar a tu oponente, pasando por alto, que con ese "verbo miserable" se descalifica el propio emisor de tan pobre verbo.Por cierto, en este blog he referido en otros artículos el pobre verbo que están poniendo de moda algunos mandatarios latinoamericanos, y, esa noticia, es un claro exponente de la realidad que he denunciado y criticado en post anteriores, porque esa forma de hablar no es la correcta de un personaje público, ni es sano ejercicio de política el descalificar públicamente con verbo vulgar a tu oponente. Te imaginas el impacto que te causaría que oyeras que tu hijo llame "Desgraciado" a los demás, y sucede que no lo puedes corregir, porque tu hijo te rebate con el argumento que ese es el verbo presidencial, ¡que tal!. ¿Será que se entiende lo indeseable que representan para una sociedad culta el tener presidentes o figuras públicas con tan mediocre vocabulario?.
Comprobado que la estrategia es "algo más que verbo político", quiero entonces concluir agregando algunos tips finales:
1. Todo ser humano tiene alguna debilidad. De allí la importancia de este post, el cual tiene vigencia y aplicabilidad a cualquier persona que se nos presente como eventual contrincante. No olvides que no ha nacido aún el humano que no tenga alguna debilidad.
2. La debilidad de tu oponente, además de representar tu mejor arma para enfrentarlo, representa por tanto tu mejor fortaleza ante él. No es difícil entender que entonces tu oponente tenga especial cuidado en protegerse de verse vulnerable exponiendo o dejando conocer sus debilidades.
3. Tu mejor y más importante destreza cuando enfrentas a un oponente, es definir tu estrategia con el adecuado conocimiento de sus potenciales debilidades. Debes estudiar y desarrollar métodos para llegar al conocimiento de laa debilidades de las personas con quienes te ves obligado a reñir por una posición laboral, política, profesional, sentimental, etcétera; y, no es imposible acceder a esa información, sólo hace falta método, mañas y los contactos adecuados.
4. Evita el uso abusivo del conocimiento de las debilidades de tu oponente, en el sentido de evitar convertirte en un inhumano enemigo, que sin nobleza, "aplasta" a sus enemigos. Conocer las debilidades del oponente, es para enfrentarlo no para aplastarlo; recuerda que no se puede ir por la vida con la idea de creerse "súper-hombre". Además. a los humanos se les enfrenta, sólo a las cucarachas se les aplasta, y tu contrincante es un ser humano y no una cucaracha.
5. Una fuente importante de información es la relativa al perfil psicológico de tu oponente: irritabilidad, arrogancia, gustos, amistades, secretos, etcétera; y, una herramienta importante es la simulación, la mentira, es decir, aplicar tretas que hagan creer cosas equivocadas a tu oponente, que no lo pongan alerta de los objetivos que queremos averiguar de su vida, o que desvien su atención a cosas que lo mantengan ocupado y preocupado en lo que piensa que queremos, para ocuparnos nosotros de nuestros verdaderos objetivos.
6. Un error gravísimo es subestimar a tu oponente: así como tú indagas cuáles son sus debilidades, no dudes que "tú también eres objeto de estudio de debilidades por parte de tu contrincante", incluso, te podrían hacer creer que te las sabes todas y que tienes el (aparente) control, para distraerte de las necesarias medidas de camuflaje personal que oculten tus debilidades.
