Parece increíble que un acto tan nocivo para la economía de un país, sea precisamente el arma argumentativa de muchos políticos al momento de confrontar exitosamente a su adversario. Y me refiero en específico a la corrupción, de tal forma, que el electorado queda impactado al conocer los negocios ocultos que los políticos cometen para enriquecerse de las finanzas públicas, siendo esta circunstancia el tema a desarrollar en este post.
Cada político envestido de poder, se hace rodear de un equipo especializado en la propaganda sucia, para destruir la imagen de sus oponentes acusándolos de corruptos. Lo más criticable, es que muchas veces el acusador está más embarrado de corrupción que el propio acusado.
Como de costumbre en mis publicaciones, me fundamentaré en un ejemplo que amplíe la connotación espectral de la corrupción. En ese sentido, comparto una publicación con las características propias de escenarios políticos corruptos, pero antes, entendamos el malestar de la población con la siguiente imagen:
El enlace noticioso permite visualizar las características del escenario que propicia la corrupción:
+ Inoperancia de instituciones que deberían hacer contraloría pública y aplicar las medidas penales correspondientes. En tal sentido, extraigo del enlace lo siguiente: el reclamo del CNA (Consejo Nacional Anticorrupción) 'es una respuesta social a la inefectividad penal en la persecución de la lucha contra la corrupción'. Esto ocurre cuando las instituciones del Estado están secuestradas por el partido oficial.
+ Componenda entre implicados para negar o esconder el acto doloso. Se lee en el enlace lo siguiente: Aunque ningún funcionario ha confirmado si hubo corrupción o no. Esto suele ocurrir porque la propia cúpula del partido de gobierno, para proteger su imagen, obstaculiza que se realicen investigaciones independientes y eficientes.
+ Permisividad gubernamental así como anulación a la crítica. Se lee en el enlace lo siguiente: Tolerancia a la corrupción e intolerancia a la crítica ... 'Cualquier intento de la alcaldía u otro organismo por borrar esos mensajes de un área pública, no es más que una manifestación de su tolerancia a la corrupción e intolerancia a la crítica ciudadana' Y por tanto no es de extrañar las situaciones de eliminación (física o moral) de periodistas.
Se ha visto reiteradas veces en contiendas electorales de varios países, como más que ofertas de mejoras para la población, los contendientes se rebajan a un debate de acusaciones de quién es más corrupto, apoyados por expertos en mentiras y manipulación, por lo que se desvía la atención del electorado a lo que no es importante.
La aseveración anterior se confirma con lo ocurrido en Venezuela en las elecciones de 1978 donde el eslogan de la corrupción inclinó la balanza del electorado a favor del partido opositor al gobierno. La noticia siguiente lo expone claramente: ... en diciembre de 1978, el abanderado del partido socialcristiano Copei, Luis Herrera Campíns, ganó las elecciones presidenciales de Venezuela con una campaña en la que preguntaba ¿dónde están los reales? en clara referencia al despilfarro del gobierno de Carlos Andrés Pérez (Acción Democrática), de los recursos provenientes del boom petrolero, mientras aumentaba la pobreza en el país. Fuente: https://elestimulo.com/
En el siguiente proceso electoral, el partido COPEI fue derrotado por su oponente AD, exactamente por la misma razón de corrupción generalizada. Hay quienes explican ese fenómeno con el concepto ALTERNANCIA BIPARTIDISTA para referir que ambos partidos tenían un acuerdo para repartirse el poder cada 5 años, ignorando la corrupción del saliente, y así en espiral nociva para Venezuela.
El problema es que los políticos corruptos creen que el pueblo es tonto, y piensan (erradamente) que el pueblo no se da cuenta de lo que sucede. Por eso mismo fue que coloqué el enlace noticioso adjunto, para que sirva de ilustración. Se lee en ese enlace lo siguiente: ...
'en Honduras ya se maneja el tema de la corrupción como un gran secreto a voces; es decir, que es de tal magnitud, que no puede ser escondida'. Y, tal cual ocurre en cualquier otro país: ya la corrupción gubernamental no puede ser ignorada.
Las preguntas frecuentes
¿Por qué la corrupción se ha convertido en herramienta del discurso electoral?
La contienda electoral inclinará los resultados de la votación en aquel candidato que logre mostrar más honestidad, por lo que el (los) contrincante(s) van precisamente a enfocarse en hacer daño en esa dirección.
¿Cuánta efectividad puede tener el uso de la corrupción como recurso del discurso electoral?
Está demostrado que candidatos que tienen un nivel alto de aceptación, ven esfumarse esa preferencia, por acusaciones verdaderas o falsas respecto a su idoneidad, En el caso de las acusaciones falsas lo hacen por rumores tergiversados o siembra de evidencias.