No se si decir que exagero cuando me atrevo a afirmar que hay frases o respuestas clichés que pasan a ser de tanto uso que se vuelven clásicas. Es que la frase “Si se puede” ha pasado a convertirse en cliché repetitivo tanto de empresas privadas y públicas, como en slogans de partidos políticos, bien sea como slogan de protesta o como impulsor de masas, e incluso ha pasado a ser parte del repertorio de enésimas respuestas de muchas figuras del acontecer público nacional; y créanme que es bastante frecuente su uso, lo que me motiva a caer en su disertación.¿Por qué es tan “pegajosa” esta frase?. Sencillamente porque hace una tajante afirmación, una imperiosa AFIRMACIÓN, y siempre el SÍ tendrá un efecto psicológico que predispone al sujeto, y más aún cuando es enunciada con semejante tono imperioso que lo hace sonar como algo indiscutible e inevitable.
De tal manera, que cuando un entrenador necesita de una frase que sirva de arenga a sus jugadores y a sus fanáticos, acude al “Si se puede”. La consecuencia es que por muy superior o aventajado que se vea el equipo rival al que se enfrentará, cuando recibe la inyección del “Si se puede”, salen al terreno con una motivación muy especial, que si incluso conocen la derrota, es tal la motivación de esa frase, que se sienten consolados que hicieron lo mejor.
Es también empleado cuando hastiada una comunidad por la indiferencia gubernamental a sus problemas primarios salen a protestar y qué mejor slogan que "Sí se puede", mostrando a los gobernanantes que lo que se requiere es voluntad política para aplicar una solución. Incluso es también bastante frecuente en muchas protestas pacíficas protagonizadas por estudiantes, quienes creativamente recurren a disfraces y hasta instrumentos musicales, y luego apoyados con el "si se puede", salen a exigir reivindicaciones para el sector estudiantil o a hacer reclamos políticos de urgencia nacional.
Cuando una empresa pública quiere promocionar una actividad ante la colectividad acude al “Si se puede”. Se trata de convencer al público; se trata de sugestionar a adeptos y opositores, y vaya que resulta esa frase en esos propósitos.
Cuando una empresa privada quiere motivar a clientes y proveedores acerca de la alta probabilidad de venta de su producto o servicio, se vale del “Si se puede”. Porque sabe que los vendedores requieren de las mejores fórmulas de convencimiento, que implica estar ellos convencidos, y esa frase es muy útil en esa tarea cuando se trata de enfrentar a una competencia comercial que nos aventaja.
Cuando hay una catástrofe natural, o alguna crisis de cualquier otra naturaleza, el político exclama: “Si se puede”. Y por muy angustiados o desesperanzados que estén las víctimas y damnificados, con esa frase reciben un aliento que los impulsa a no rendirse.Cuando un grupo político quiere motivar a sus seguidores a enfrentar a sus rivales políticos, no duda ni por un segundo en recurrir a esa excelente enésima respuesta que constituye el “Si se puede”. El sólo usarla le resta fuerza a tu opositor, el cual ve tus bríos y la determinación de tus seguidores a enfrentarlos. En un ambiente de polarización política es donde más utilidad presta esa frase.
Incluso en el plano familiar es muy útil. “Si se puede”, le dice el padre al hijo que sufrió un accidente que lo dejó inválido, y se siente escéptico con la terapia de rehabilitación. O también la aplica el padre cuando el hijo tiene que afrontar una prueba o un examen muy importante, y el hijo está dominado por nervios o dudas.De hecho, es muy útil en tu propia vida personal. Cuántas veces te has dicho “Si se puede”, cuando afrontas cualquier situación que merma tu voluntad. Lo he experimentado cuando requiero de un aliento adicional y el “Si se puede”, parece ser el jarabe que aquieta ansiedades y cura dudas, y que me premia con el logro de metas que con desánimo y abulia vencidas por esa frase motivadora, no las hubiera alcanzado jamás.
“Si se puede” es convencimiento de algo, y enunciarlo genera actitud de convencimiento en tus interlocutores. Los convences y le demuestras además que tú mismo estás convencido, por eso como respuesta de bolsillo, la veo de altísima utilidad.
Porque ninguna respuesta cliché puede padecer de energía verbal porque dejaría de ser convincente. Nada es más convincente que una afirmación, ni nada predispone mejor. Por tanto se trata de un innegable refuerzo psicológico personal y de masas.
No olvides que un cliché debe tener por característica ser convincente, breve, motivador, impulsor, y todo esto y más se concentra alrededor de esa frase. Retomando: "Si se puede", expresa en tono imperioso una fuerte y subliminal AFIRMACIÓN sobre el público, y por tanto será poderoso enemigo a todo argumento negativo.De hecho, cuando comencé a escribir en mis primeros blogs, tenía cierto escepticismo y el “Si se puede”, me automotivó a convencerme de la utilidad y trascendencia de todo lo que publico. Sobre el fundamento de esa experiencia, es que apoyo toda la argumentación antes expuesta.
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