
Quienes lo conocieron de hace años atrás, dicen que era un hombre muy juicioso, muy hogareño, y excesivamente enamorado de su hermosa cónyuge. Y alguien pregunta: ¿Qué pudo haberle pasado para caer en un estado tan deplorable de deprimido abandono, y estar tan entregado al alcoholismo?. La respuesta fue: su mujer tan bella, era su adoración, y lo abandonó para irse con otro, y, al no lograr rescatar su amor pese a reiteradas súplicas, se desmoronó emocionalmente. Realmente que son muchas las historias que he escuchado de corazones rotos, de hombres que no pueden superar la obsesión por un gran amor caído en desamor. La belleza de la mujer, y su cruel recuerdo, se convierte en un efecto del pasado, y es generadora de enésimas respuestas que veremos seguidamente.