El año 2.010 es el de la fiesta del fútbol, por celebrarse en Sudáfrica la Copa Mundial. Aparte de los desaciertos de algunos árbitros en algunos de los cotejos, que le quitan belleza al espectáculo al desfavorecer a uno de los dos equipos, también hay otro elemento que le resta belleza, y es la parcialización de los comentaristas y cronistas deportivos hacia los equipos que llegan con los pergaminos de Favoritos, y pecan de lo que yo llamo Periodismo del favoritismo.
Cuando un cronista o narrador deportivo orienta toda su labor narrativa de los hechos de la cancha, enfocado en el equipo catalogado como favorito, cae en el Periodismo del Favoritismo. Esto ocurre no únicamente en el deporte, sino también en materia politica, farándula, etc., donde se concentra la noticia en un personaje y se pasa por alto a los demás, lo cual es muy negativo.
Ciertamente, creo que es muy cuestionable lo que conceptualizo como Periodismo del Favoritismo. Es francamente, una burla al televidente o radioescucha, según sea el medio que usa para dirigirse a la audiencia. Y la razón de este cuestionamiento es muy sencilla: el periodista no está para narrar los sinsabores del equipo favorito, sino para narrar los hechos tal cual se suceden en el campo, pese a que los mismos no arrojen resultados favorables al equipo favorito, y dado que estamos en tiempos de cambios, es importante que se produzca un cambio en el periodismo, que se oriente a considerar los logros de los equipos no favoritos, para lograr un mayor y mejor equilibrio tanto en la noticia como en el nivel de la competencia, porque esos equipos no favoritos al verse reconocidos por la noticia deportiva, tendrán un importante aliciente en su desempeño.
Estamos claros que la objetividad 100% no existe en el periodista. Siempre habrá una carga subjetiva en su apreciación de la realidad, la cual viene viciada por diversos factores, como condicionamiento ideológico, cultural, religioso, etc; y eso se puede comprobar en el periodista occidental que cubre noticias en el mundo árabe, donde el desconocimiento de los valores religiosos y culturales que determinan el modo de vivir de los musulmanes, impedirá ver y entender el leitmotiv de muchas de las actuaciones de los llamados fanáticos musulmanes para los occidentales, pero que para los musulmanes no es correcto porque es su forma de ver la vida, y lo que para otros es fanatismo, para ellos es devoción.
Al evaluar un periodista deportivo el desempeño de dos equipos en la cancha, debe olvidarse que uno de los dos es el favorito, y que su palmarés determinaria una victoria por anticipado: eso es el punto de partida para un comentario serio, que se acerque a la objetividad. Pero, cuando esto no ocurre, se evalúa negativamente al equipo favorito porque las cosas no le están resultando bien, y le adjudican comentarios ácidos al técnico, lo cual debe llevar a catalogar a esa forma de narración como antiprofesional, dado que se está obviando que existe otro equipo en la cancha, cuyo técnico también planteó una estrategia antes del juego.
Nuevamente, la Copa mundial de fútbol que se celebra en Sudáfrica, es el escenario para esta praxis antiprofesional de los periodistas, la cual quiero referir para poner mi granito de arena que refleje la incomodidad que produce el nefasto Periodismo del Favoritismo, que yo sencillamente veo como pseudo-periodismo.Utilizaré como ejemplo la fecha del 20-06-10 para referirme al empate a 1 gol entre la eterna archifavorita tricampeona mundial Italia y la modesta selección amateur de Nueva Zelanda, y para peores condiciones teniendo Italia que conseguir dicho empate. Escuché toda clase de comentarios negativos para el actuar de Italia, y nada acerca del orden defensivo exhibido por el equipo oceánico. Injustamente el lector me dirá, que tiene que ser asi por el palmarés profesional de los italianos, lo cual es válido como argumento, pero cabe la siguiente pregunta: ¿y cómo asume el fanático neocelandés tales criticas, donde se cuestiona un logro tan loable de un equipo tan modesto?. Es que ambos equipos al ser protagonistas, requieren del mismo trato respetuoso, que pasa por reconocer los méritos del otro, aún cuando los veamos insignificantes.
Creo que tiene que darse un cambio de proceder en la narración deportiva, donde lo único que pedimos los seguidores del deporte, es que se haga honor a la VERDAD, porque queda claro que al parcializar la información hacia el favorito, además de falta de respeto, subjetividad, y falta de ética profesional, se cae en la mentira, la cual no hace bien al deporte, ni contribuye al crecimiento de los equipos pequeños, porque queda claro que un empate ante Italia, coloca en el concierto mundial del fútbol a un equipo desconocido, y motiva en su pais a destinar más esfuerzos e inversiones en el desarrollo profesional del deporte en general. Veamos el efecto de lo que digo, en los comentarios de neófitos que consecuencia de ese logro, se dignaron en buscar en un mapa a Nueva Zelanda, pese al trabajo de desinformación de los comentaristas deportivos.
Caso muy parecido se suscitó en las (3) eliminatorias para los mundiales de Corea-Japón, Alemania y Sudáfrica, donde los triunfos del modesto equipo de Venezuela, acarreó fuertes cuestionamientos a los técnicos de paises sudamericanos con trayectoria futbolistica, al ser derrotados por el equipo venezolano. Esto lo causa la ceguera imparcial y antiprofesional de los "expertos"(?) del deporte, quienes minimizaron el alcance de esos éxitos, de manera que podemos afirmar que si produce perjuicio la falta de objetividad periodistica, al impedir reconocer el surgimiento de nuevos estilos de juego que se practican en paises considerados insignificantes para el fútbol.
El periodista no debe olvidar que cuando en un encuentre futbolistico no gana el favorito, la verdad importante de la noticia jamás será que el favorito perdió, como lo mal-informan ellos; la verdad verdadera única y trascendente, es que ganó el fútbol, pese a haber perdido el favorito. Eso es lo justo, lo verdadero y lo objetivo.
