22. La respuesta del ciclo cumplido.

Has gritado en un escenario público. Has llorado frente a tu TV. Has saltado de emoción. Has pegado su afiche en tu cuarto. Has comprado su música o comprado algún artículo estampado con su figura. Estos, y muchos otros más son algunos de los comportamientos que muchas personas tienen frente a estrellas de la farándula o del deporte, por quien sienten admiración. Muchas de esas figuras tienen sus inicios en ciertos grupos musicales o en ciertos equipos deportivos, que si bien en su momento fueron el motor para su estrellato, pasa también tal circunstancia a convertirse en un problema. Porque el público les cuesta ver disociados a su figura con su banda o equipo, si son artistas o deportistas, respectivamente, y tal figura tiene que contar con la psicología verbal y emocional que le permita salir bien ante sus admiradores, por aquello de que son esos admiradores quienes los mantienen en la cima, y por tanto es contraproducente decepcionarlos. Entonces: ¿Qué hacer en esos casos?.
Como cualquier persona normal, yo también siento admiración por figuras públicas; destacando políticos, artistas, deportistas, predicadores, etc. Y lo que escribí en la introducción lo he visto muchas veces: peloteros que son asociados con el equipo que los vió nacer, y que al momento de querer cambiarse de equipo, reciben rechazo de sus admiradores. O, el artista que comenzó en una banda musical, y cuando se separa de ellos, para unirse a otra banda, o para iniciarse como solista, recibe una mala aceptación de muchos de sus fans que no ven bien esa separación.

Lo anteriormente expresado, se puede palpar dramáticamente en los juegos de fútbol entre clubes de un mismo país: cuando un futbolista, que goza de la condición de favorito y además es muy querido, pero toma la decisión de cambiarse de equipo, la fanaticada no lo comprende, y cuando lo ven uniformado en el otro equipo, lo pitan y abuchean cada vez que hace contacto con el balón, negando así el derecho natural de esas estrellas deportivas a brillar en otro equipo de mejor capacidad financiera y que le ofrece mejores condiciones de contratación.
Por admiración, y otras veces por curiosidad, he observado las respuestas verbales y emocionales de mis figuras favoritas a cuestionamientos de la prensa. Porque creo que los fans más emotivos, somos los latinos, y la admiración por nuestras estrellas artísticas o deportivas, nos hace estar pendientes de todo lo que hacen o dicen, sencillamente, porque son la imagen de Latinoamérica en el mundo. Y, el latino es muy imaginativo al momento de dar respuestas a periodistas. No obstante, algunas de esas respuestas han sido tan funestas, que como era de esperarse me llevaron al nivel de la decepción. Pero, otros han tenido más inteligencia mediática, y han sabido cumplir con los consejos de sus mánagers quienes les aconsejan qué deben responder. Seguidamente, hago una reconstrucción pedagógica de la respuesta de bolsillo más empleada, que les he escuchado o leído en la prensa. Es esta:

"NO ESTOY ABANDONANDO EL EQUIPO PARA IRME A OTRO EQUIPO. SIMPLEMENTE, CUMPLÍ UN CICLO Y TENÍA QUE CERRARLO PARA INICIAR OTRO NUEVO CICLO QUE ME AUGURA MEJORES PERSPECTIVAS. ESO ES EL CICLO NORMAL DE LA VIDA".

Palabras más, palabras menos, es la respuesta que con más frecuencia he escuchado, no sólo a deportistas, sino a artistas que migran a otro país, y no quieren decepcionar a sus fans, porque de hecho, muchos de esos artistas han retornado, y como han endulzado al público con esa respuesta, encuentran el mismo cariño y aceptación que dejaron cuando se fueron a probar suerte en el extranjero.
Curiosamente, también le escuché esta frase a un divorciado, quien para justificar el fracaso de su primer matrimonio, lo refirió como un ciclo necesario de la vida que tenía que vivir, para adquirir las experiencias y sabiduría que le hacen mantener su segundo matrimonio en un nivel de armonía que no conoció en el primero. Pensé: excelente aplicación de una respuesta de bolsillo muy propia de la gente de farándula. Eso pone en elocuente evidencia, que los planteamientos de http://www.enesimarespuesta.blogspot.com/, tienen utilidad no sólo para oradores y figuras públicas, sino incluso para gente común y corriente, gente anónima, que también tiene que afrontar la circunstancia de tener que dar una respuesta satisfactoria para salir con elegancia de situaciones comprometedoras o incluso críticas.
Y la respuesta referida la veo muy congruente con la realidad que intenta justificar, porque plantea una realidad básica: todo ser humano tiene que pasar por necesarios ciclos o etapas. Pasa de la niñez a la adolescencia, luego juventud y luego, los más afortunados, la vejez. Pasa de la escuela básica a la universidad. También se cumplen ciclos laborales, desde un simple empleado a un distinguido gerente. Se cumplen ciclos de la condición de hijo a la condición de padres. Todo es un ciclo, en permanente evolución y cambio.

La naturaleza misma está llena de fantásticos y maravillosos ciclos. La linda y colorida mariposa de nuestro jardín, que de una minúscula larva se transforma en ese bellísimo insecto volador que decora los jardines de las casas. El ciclo de las estaciones de invierno a verano, con sus manisfestaciones de calores intensos o lluvias eléctricas, que sacan nuestras vidas de la monotonía, y, toda vez que expresan la Grandeza y Sabiduría del Divino Creador.
Es tan válido el argumento del ciclo, que la misma naturaleza lo confirma. Tomando la ilustración anterior, y jugando con la imaginación: ¿se imaginan uds. a la larva negándose a cumplir el ciclo de mariposa, porque le da temor asumir esa forma?. La naturaleza le respondería: ¡estás loca!. Y, si fuera al revés, que la naturaleza, le impidiera a la larva seguir hacia su evolución a mariposa, ésta le diría: no, no, no, ese es mi derecho, y tienes que concedérmelo. Así ocurre con la gente, que quiere avanzar a un ciclo mejor de su vida: está loco quien pretenda frenarlo, porque es su derecho, y tienen que concederlo. Creo que no hay una manera más sencilla de exponer la contundencia lógica de ese argumento, por eso me gusta tanto, y lo traje como post.

Es que constituye además la respuesta idónea, probablemente inmejorable, para el hijo que tiene hacer entrar en razón a sus adorados padres, porque tiene que dejar el hogar que por tantos años le cobijó de amor y sustento, para formar otro hogar, que correspondería al "ciclo natural" de la reproducción humana. ¿O es que ustedes nunca han presenciado las escenas de llanto y tristeza de una madre cuando el hijo se casa y se va?. Aún cuando corresponde a un "ciclo natural", muchos padres les cuesta trabajo ese desapego, incluso, cuando el hijo aún está soltero, "ya sufren" sólo de pensar cuando ese momento llegue.
Me imagino que también se habrán percatado de la utilísima importancia de esa respuesta táctica en el ambiente laboral. Es el caso del empleado que tiene años en una empresa, prestando un eficiente servicio, a la vez que cumpliendo con su meta de profesionalización, que una vez culminada le abre nuevos horizontes. No falta el jefe o compañero que quiera presentar esa circunstancia como una conducta desagradecidamente oportunista. Y la respuesta, como anillo al dedo no se hace esperar, al argumentar que va a cumplir un siguiente y necesario, y hasta natural, ciclo de crecimiento profesional, y .... ¡adiós!. Mejor expresado, ¡imposible!.