Angel Paz

Angel Paz

martes, 27 de noviembre de 2018

LA ENÉSIMA RESPUESTA DEL EMPLEADO (A) MEDIOCRE


La persona mediocre tiene un pretexto muy archiconocido para justificarse cuando es objeto de despido de su trabajo o se le transfiere a un cargo de status menor al que ocupa originalmente; y, en concreto, me refiero a la frase “ME TIENE EL NÚMERO AGARRADO” que constituye la enésima respuesta siempre dicha por las personas mediocres en su trabajo, cuando no dan la talla en el puesto asignado.
Como actual Jefe del Dpto. de Cobranza de una Clínica prestigiosa de la ciudad de Maracaibo (Venezuela) recientemente pasé a la orden del Dpto. de Personal a una Analista de Cuenta cuyo desempeño estaba muy por debajo del perfil del cargo; y, hago la acotación, lo de analista era por el nombre del cargo y no precisamente por su desempeño laboral, dado que el error y las inconsistencias era su constante en el trabajo, ¿cómo así?.


Sucede que a esa mujer con tres meses de ocupar el cargo de “Analista”, pese a un continuo entrenamiento, no logró manejar los requerimientos mínimos del cargo: no manejó Excel. Ni Word, ni mucho menos redacción de Cartas (con una ortografía ofensivamente deficiente), tampoco tuvo capacidad para desempeñarse en el Sistema Operativo de la Clínica (Simach), y el colmo era incapaz de enviar un simple correo electrónico (que hasta un niño de 10 años lo puede hacer), por lo cual, la única solución era prescindir de ella, porque carece de la capacidad “mínima” para honrar una función tan delicada como la de un Analista de Cuenta.
Pese a lo detallado en el párrafo anterior, escuché la enésima respuesta que uno espera de casos semejantes, es decir, su comentario en la Clínica fue “el jefe me tiene el número agarrado” y así justificarse de su incapacidad.
Algo que aprendí de esta experiencia tan desagradable, fue que pese al consejo del Jefe anterior del Dpto. de Cobranza (dado que soy nuevo en el ejercicio de este Cargo) de prescindir de esa mujer porque carece de la capacidad requerida para el cargo, seguí adelante con ella, para luego tener que dar la razón a mi exjefa, es decir aprendí que “cuando alguien no sirve, hay que prescindir de ella, antes que el mal se ponga peor”.


“ME TIENE EL NÚMERO AGARRADO” constituye un ARDID PSICOLÓGICO de personas mediocres, incapaces de rendir en el puesto al que están asignados, de manera que incluso llegan a creerse víctimas del Jefe, y así lo hacen saber a los otros empleados, o peor aún, hacen teatro de víctimología, siendo esto un ardid muy reiterativo en las empresas,; reitero, es el cliché perfecto de las personas mediocres.
Como ARDID PSICOLÓGICO es muy eficiente tal cliché, porque “es una tendencia natural del ser humano” solidarizarse o sentir empatía por el más débil, por el más vulnerable, o por la persona o grupo con limitaciones; ejemplificando mi argumento con lo que se observa en muchos partidos de fútbol, donde la fanaticada muchas veces tiende a sentir empatía por el equipo débil que no tiene los recursos para enfrentar al equipo campeón.
Dicho cliché es también un recurso vengativo para no sólo justificarse, sino también para hablar mal del Jefe que tiene que aplicar la medida necesaria, por bien del equipo de trabajo y de la empresa misma, porque el trabajo de una empleada mediocre transmite a terceros (proveedores, clientes y público en general) la misma imagen.
Otro elemento que se deriva de este cliché, y que por nada quiero obviar, es que es exponente de una total y absoluta FALTA DE ÉTICA de la más elemental, porque hablar a espaldas de alguien con intenciones insanas de desacreditar es anti ético, y, es peor cuando el comentario ácido es contra un Jefe o persona de autoridad de una empresa, tomando en cuenta que tal persona de autoridad representa la imagen corporativa, es como hablar mal de tus padres, quienes durante años han sido tu sustento, igual se aplica a este caso, porque hablar mal de la empresa (o de sus gerentes) es deshonroso porque atentas contra la Institución que ha permitido “poner el pan en tu mesa” y en el caso del Jefe , atentas contra quien te ha permitido “adquirir conocimientos valiosos que incluso pueden ser útiles en otra empresa”; resumiendo: es inmoral atentar verbalmente contra quien te sustenta material o intelectualmente.


Por todos los alegatos anteriores debe enunciarse que la mediocridad es la vía contraria de la excelencia, y, es por tal razón que personas mediocres son inconvenientes para empresas con visión de excelencia.
Es muy cierto que hay que dar oportunidades a la gente (por eso el “largo” período de 3 meses que se le concedió a esa mujer) pero quien desde un inicio muestra incapacidad, hay que agarrar el problema con tiempo, porque hasta un niño puede enviar un correo electrónico y ¿cómo es posible que luego de 3 meses un “analista” no tenga el cerebro para enviar un simple correo electrónico?, …. ¡increíble verdad!, pero ocurrió en el Departamente que Coordino y que me dió los recursos argumentativos necesarios y pertinentes (además de verídicos) para desarrollar la enésima respuesta (o cliché) del mediocre que dice que “el Jefe me tiene el número agarrado”.
El Blog Enésima Respuesta se dedica a publicaciones sobre respuestas clichés de notable contenido psicológico, que van desde la manipulación hasta la motivación, y que las redacto de lo que la misma realidad me enseña, que es por cierto la mejor maestra y la fuente del mejor conocimiento, porque la Universidad aporta conocimientos esenciales e importantes, pero la realidad es la “prueba de fuego” de esos conocimientos, como también, la “caja de Pandora” que nos ilustra lo que los libros no enseñan.
Es muy posible que existan casos en que realmente un Jefe “le tenga el número agarrado a un empleado” por motivos muy diversos, pero, también he visto que en esos casos el empleado "realmente eficiente" se esfuerza al doble para demostrar sus capacidades y luego el propio Jefe lo reconoce e incluso lo promueve; lo cierto es que cuando escuches que alguien usa este cliché contra su Jefe, hay que investigar qué deficiencias expone ese empleado para ser despedido, tal como este caso que comparto de una mujer que NUNCA (reitero: luego de “3” meses) pudo dominar funciones elementales del cargo, y, una persona así, representa costo para la empresa y una mala imagen para el Jefe que retarda una medida que es necesaria, pero que por “SENTIMENTALISMO” se retrasa sin resultados positivos.
La moraleja que quiero dejar bien claramente expuesta: Quien no sirve, tienes que prescindir de él o ella, y, su pretexto ante los otros siempre será “ME TIENE EL NÚMERO AGARRADO” a lo cual aplica perfectamente otro cliché y es aquel que reza “gajes del oficio de quien ostenta cargos de autoridad”.


Lectura Complementaria:
https://susanarodriguez.net/desarrollo-personal/mediocre-no-leas-esto-si-estas-en-tu-mejor-momento/

Gracias por visitar Enèsima respuesta
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