En concreto me refiero a la frase: “Estamos viviendo TIEMPOS DIFÍCILES” y sucede que a mis 59 años que actualmente tengo, he escuchado ENÉSIMAS veces tal frase; por eso no dudé ni por un minuto en conceptualizarla como cliché o enésima respuesta de oportunidad.
Al escucharla, parece como si NUNCA hubiéramos salido de esos tiempos difíciles, “por ser dicha frase más común que la mismísima arepa” o, tal vez sea una escasez de imaginación de recursos expresivos para mensajes persuasivos; por eso asumo con jocosidad esos discursos, jajaja.
Pero a los efectos de la finalidad editorial de este blog, no puedo dejar pasar la oportunidad de exponer la pertinencia de esa frase al momento de presentar ideas, que pese a su recurrencia, sigue siendo muy efectiva, y, por eso su repetitivo uso (aunque reitero que está francamente desgastada).
Lo cierto es que al usar dicha frase, el receptor neurológicamente acepta como interesante el mensaje, porque asocia como un potente refuerzo (informativo o argumentativo) la presencia de la misma en la sintaxis del texto.
Lo anterior conduce al efecto subliminal de la frase, que una vez escuchada por la persona, presume importancia (actualidad, crisis, urgencia, etc) y es ensartada en las redes del mensaje expuesto, y manipularlo o concientizarlo depende de su intencionalidad.
Generalmente, posterior a su empleo discursivo, el ponente procede entonces a formular medidas políticas a aplicar en virtud de dichos “tiempos difíciles” o en el caso de ponencias religiosas precede a la reflexión positiva de temas candentes a nivel social, espiritual o ético.
Es decir, además de refuerzo argumentativo, la frase “tiempos difíciles” también es útil en el sentido de justificar medidas a aplicar en algún tipo de programa político, generalmente conformado por medidas económicas con cierto nivel de malestar social.
Cada vez que un conferencista o redactor cualquiera tenga sequía de ideas audaces, recurrirá a la siempre versátil frase “tiempos difíciles” por su probada efectividad, la que mostrará su cualidad persuasiva. Por eso no asombra su también reiterado uso en diálogos de films de Hollywood.
¿Tiempos difíciles?, claro que si, y se ve en la inflación, en las señales apocalípticas de desastres naturales mundiales, en el descarrío de los hijos, en el afianzamiento del consumo de drogas: ¿les suenan conocidos esos eventos?, entonces, entenderán el uso frecuente del cliché que analizo.
Mi propósito no es descalificar el uso de dicha frase (que no deja de resultarme jocosa) sino agregar con esta actualización en mi blog, otro recurso expresivo útil para ponentes o escritores, y los invito a confirmarlo prestando atención a los discursos de políticos y religiosos.
Por cierto, ¿por qué me parece jocosa esa frase?. Aparte de lo desarrollado en este post expreso sin reservas que es un “agravio” a la inteligencia lectora, “fatigarla” con lo repetitivo (en este caso esta frase) pero ese “insulto” es saldado por la eficacia que tal frase aporta y que detallé aquí.
Es decir, en una era de rápidos y vertiginosos cambios, no sólo a nivel tecnológico, sino también educativo, cultural, intelectual e incluso ideológico, me inquieta (por decirlo suavemente) el mantenerse en clichés desgastados que no enriquecen el panorama discursivo de la lectura.
Muy seguramente el lector de este post al tropezarse alguna vez con dicha frase en cualquier ponencia o sermón o texto periodístico, le resultará igualmente jocosa (o quizá un asombroso encuentro de lectura) al recordar lo ofrecido en estas líneas… que así sea!!!.
https://enesimarespuesta.blogspot.com/2020/01/tiempos-dificiles-

No hay comentarios:
Publicar un comentario