La capacidad de la comunicación humana tiene muchas facetas, porque el ser humano es multifacético, quien debe expresarse adecuadamente para hacer respetar sus derechos, como también para hacer respetar su imagen personal. Pero, hay aún otra faceta que requiere de la comunicación humana, y que puede ser crucial para la sobrevivencia.
Tiene que ver con una necesidad muy humana, muy universal, como es "pedir ayuda". Hay momentos cuando un hombre o una mujer requieren expresar con urgencia: "NECESITO DE TU AYUDA". Este post muestra otra de las facetas del teatro verbal humano. Es pedir ayuda cuando se requiera. Y daré algunos tips sobre la psicología de la ayuda.
Conocí hace años un caso que nunca olvidé y que tengo certeza que ilustra adecuadamente este post. Se trata de un joven brillante en los estudios, acostumbrado a sobresalir y no depender de nadie. No estaba acostumbrado a preguntar, sino a que sus compañeros le preguntaran sobre temas que no entendían, a los cuales siempre les daba la apropiada orientación. Sucede que dicho joven consigue un puesto laboral por intermedio de una pasantía para estudiantes de educación media (o bachillerato). Pero, la realidad le dejó una importante ens
eñanza que luego comentó conmigo: como no estaba acostumbrado a preguntar, cuando no entendía alguna función, se quedaba con la duda, y cometía errores. Como era su primera experiencia laboral,¨"y con la realidad misma", no sabía cómo enfrentarlo. Era muy sencillo: sólo tenia que preguntar, o simplemente pedir ayuda. Lo cual no hizo, y no logró quedar en dicha empresa. Pero, la experiencia le fue útil no sólo en el plano personal, donde sabía que tenía que recurrir a terceros si tenía dudas, sino que además, años después, le ayudó a sobrellevar a pasantes a su cargo, quienes por timidez e inexperiencia, pasaban por lo que ya él había superado. Su lema era: si no entienden o no están seguros, sólo deben decir "necesito ayuda", porque de lo contrario cometerán errores que atentarán contra sus posibilidades de enganchar en la empresa. Este caso verídico, me inspira a escribir este post, procurando dejar alguna moraleja en instructores, o en noveles pasantes, sobretodo éstos últimos quienes no tienen el patrón expresivo para dilucidar correctamente sus inquietudes a sus jefes o entrenadores.Parece increíble, pero hay gente que no sabe cómo pedir ayuda. Quedan paralizados ante problemas agudos, y quedán ahogados. O son muy autosuficientes o muy tímidos. Pero la solución no es tan compleja: "sólo tienes que pedir ayuda". Recuerda que cuando "
tengas el agua hasta el cuello", por situaciones críticas, siempre contarás con gente alrededor dispuesta a ayudarte. Y sólo necesitas decir: "necesito ayuda".Pedir ayuda no es debilidad. No es tampoco humillación. No es entregarse o rendirse a otro. Esos son prejuicios paralizantes que te impiden ver la verdad esencial: no es malo recibir ayuda, y quien te la ofrece, con desinterés y solidaridad, sentirá satisfacción en apoyarte. Porque un entrenador debe recoger de este post la enseñanza de que su trabajo no comprende nada más transmitir información al educando, sino que debe contar con la sensibilidad y preparación para entender y comprender las limitaciones que podría tener ese educando.
Claro, que toda moneda tiene dos caras. Me refiero a que hay quienes recurren al sentimiento humano de la solidaridad, para requerir de tu ayuda, pero con el propósito de timarte o de que mantengas su flojera. En esos casos, la experiencia me da para tí esta respuesta: "por sus frutos los conoceréis", y con esta convicción me aseguro que no se requieren más comentarios.
http://www.enesimarespuesta.blogspot.com/ recoge cualquier circunstancia, cotidiana o de relevancia internacional, donde se vea involucrada la comunicación humana y se requiera de ideas o tips para actuar adecuadamente en el teatro verbal de las interrelaciones humanas. Y, es mi intención con este post ofrecer un tips a empleadores, o capacitadores de personal, sobre la psicología de quienes en algún momento requieren de la sabia comprensión a una limitación derivada de la parálisis de empleados tímidos o retraídos.
